Las calles de la ciudad de Basilea, en Suiza, vieron pasar nuevamente una procesión eucarística, con la participación de decenas de fieles católicos orando y entonando cantos solemnes.
En un comunicado remitido a ACI Prensa, Misión Ruah, organización católica que coordinó la procesión, realizada el 5 de diciembre, destacó la importancia de esta manifestación de fe en Basilea, "una ciudad que había prohibido anteriormente las procesiones eucarísticas por casi 100 años", entre 1822 y 1911.
Se estima que alrededor de un cuarto de la población de Basilea, de alrededor de 180 mil habitantes, es católica.
Poco más del 23% de los habitantes de Basilea pertenecen a la iglesia reformada suiza y un creciente número, actualmente más del 31%, se declaran agnósticos o ateos.
Suiza, que actualmente no tiene una religión oficial, fue un punto clave en la reforma protestante en el siglo XVI. Una de sus ciudades más grandes, Ginebra, llegó a ser conocida como "la Roma protestante".
Misión Ruah señaló que el Santísimo Sacramento cruzó la ciudad, bendiciéndola a su paso.