ROMA,
El Episcopado inglés publicó un comunicado en el que apoya la transmisión de un documental televisivo que muestra la grabación de un “aborto por succión” practicado en el primer trimestre del embarazo.
El Canal 4 anunció que este mes transmitirá el documental “Mi Feto” de Julia Black, que filmó las crudas escenas en una clínica abortista de Londres fundada por padre. La reportera abortó cuando tenía 21 años y señala que este trabajo es “una introspección en su propia decisión”.
Sin embargo, el comunicado episcopal firmado por Mons. Peter Smith, director del departamento episcopal de Responsabilidad Cristiana y Ciudadanía, sostiene que “todos y especialmente las mujeres, tienen el derecho de saber lo que involucra realmente un aborto. Si la corriente de opinión pública cambia por estas imágenes chocantes, será por el bien común”.
Aunque el Canal 4 sostiene que no toma partido a favor ni en contra del aborto y el reportaje muestra a personas de ambas posturas, lo que levantó la polémica es la inclusión de una secuencia en la que se provoca un aborto mediante bombeo de succión, uno de los tipos de aborto más difundidos en el país. El violento procedimiento dura tres minutos y en él se succiona un feto de menos de 12 semanas de gestación y luego se depositan sus restos en una bandeja de laboratorio. Será el primer aborto transmitido por televisión en Gran Bretaña. El documental también incluye fotografías de fetos abortados a las 10, 11 y hasta 21 semanas de gestación.
Según Mons. Smith, “las imágenes televisadas de un aborto, chocantes y repulsivas como sin dudarlo son, podrían representar un poderoso mensaje contra el aborto, destacando todo el horror de este procedimiento. La verdad de lo que ahí se ocurre es el escándalo real del aborto. Todos los días en Inglaterra y Gales hay unos 481 abortos en promedio”.
"Lo que el Canal 4 planea mostrar en este programa es el asesinato de un niño no nacido. Pero, trágicamente el aborto se ha convertido en uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes en Gran Bretaña”.
Sin embargo, el Arzobispo advirtió que “las mujeres suelen someterse a un aborto enfrentando terrible presión y temor. Ellas siempre deben ser tratadas con compasión y no pueden ser condenadas. Con mucha frecuencia se les vende la idea de que el aborto es una opción fácil”.