El Papa Francisco envió sus condolencias a las familias de las víctimas de la reciente erupción del volcán Semeru en Indonesia y ofreció sus oraciones por los muertos, heridos y desplazados.
El 4 de diciembre, el volcán Semeru, que se encuentra en la provincia de Java Oriental, entró en erupción repentina y violenta, alzándose una nube de cenizas que cubrieron grandes superficies de las zonas cercanas.
Las coladas de lodo ardiente inundaron al menos 11 pueblos a los pies del volcán, provocando que más de mil residentes tuvieran que evacuar de manera urgente, dejando al menos 22 fallecidos.
Indonesia es un país de constantes movimientos sísmicos y actividad volcánica y se encuentra en la región conocida como el anillo de fuego del Pacífico. En 2018, un terremoto de magnitud 7.5 dejó más de 4,3 mil fallecidos.
En un telegrama, el Santo Padre expresó su tristeza al enterarse de la destrucción causada por la erupción del volcán y manifestó su "solidaridad con todos los afectados por esta inmensa tragedia".
El Pontífice aseguró sus oraciones "por los muertos, heridos y desplazados, así como por el personal de emergencia y las autoridades civiles que participan en las operaciones de rescate".