El manto sagrado de San José, una reliquia única del padre adoptivo de Jesús, ha recorrido las iglesias de Roma a lo largo de este año dedicado a él, luego de permanecer dieciséis siglos conservado en una antigua basílica de la capital italiana.
Según la tradición, el manto sagrado, que está acompañado por un velo aún colorido que habría pertenecido a la Virgen María, fue traído de Tierra Santa a Roma por San Jerónimo en el siglo IV.
Se cree que el santo pudo haber celebrado Misa en la Basílica de Sant'Anastasia, ubicada cerca del Circo Máximo de Roma, donde permanecieron escondidas ambas reliquias por más de 1.600 años hasta el inicio del Año de San José en diciembre de 2020.
El Papa Francisco declaró el Año de San José del 8 de diciembre de 2020 al 8 de diciembre de 2021 para conmemorar los 150 años de la declaración del padre adoptivo de Cristo como Padre de la Iglesia Universal. Además, el Pontífice escribió la carta apostólica Patris Corde (Corazón de Padre).
En honor al Año de San José , la Diócesis de Roma permitió que las reliquias de San José y de la Virgen María recorran las parroquias católicas de la ciudad.
La primera y última parada del recorrido es la Basílica Menor de San José al Trionfale, que empezó a custodiar las reliquias el 2 de diciembre y las tendrá expuestas al interior de una vitrina con incrustaciones de oro y joyas hasta el 8 de diciembre, para que los fieles puedan venerarlas.