VATICANO,
El Papa Francisco explicó en qué consiste la conversión durante la Misa este 5 de diciembre, segundo domingo de Adviento, en el marco de su viaje apostólico en Grecia.
La Eucaristía, que se llevó a cabo en el Megaron Concert Hall, fue presidida por el Santo Padre en latín, mientras que las lecturas fueron proclamadas en griego. Según las cifras oficiales, participaron alrededor de dos mil personas, entre ellas, la presidenta de la República.
"Convertirse significa no prestar oído a aquello que corroe la esperanza, a quien repite que en la vida nunca cambiará nada; es rechazar el creer que estamos destinados a hundirnos en las arenas movedizas de la mediocridad; es no rendirse a los fantasmas interiores que se presentan sobre todo en los momentos de prueba para desalentarnos y decirnos que no podemos, que todo está mal y que ser santos no es para nosotros", advirtió el Santo Padre.
En esta línea, el Papa destacó que es necesario fiarse de Dios, "porque Él es nuestro más allá, nuestra fuerza. Todo cambia si se le deja el primer lugar a Él. Eso es la conversión: al Señor le basta que dejemos nuestra puerta abierta para entrar y hacer maravillas".
"Pidamos la gracia de creer que con Dios las cosas cambian, que Él cura nuestros miedos, sana nuestras heridas, transforma los lugares áridos en manantiales de agua. Pidamos la gracia de la esperanza. Porque la esperanza reanima la fe y reaviva la caridad", invitó el Santo Padre.