Miles de personas participaron en la concentración convocada en Madrid (España) el domingo 28 de noviembre por la plataforma Cada Vida Importa para defender "la vida de todos en cualquier circunstancia", en especial después de la entrada en vigor de la ley de eutanasia, los ataques a la objeción de conciencia de los médicos que se niegan a practicar abortos y la posibilidad de que personas que se sitúan en las cercanías de las clínicas de aborto a rezar puedan ser penadas con la cárcel.
El coordinador de la plataforma Cada Vida Importa, Javier Rodríguez, aseguró que la concentración superó "las expectativas de asistencia". Según la organización participaron unas 4 mil personas, mientras que la Delegación del Gobierno afirmó que fueron unos 800 los participantes.
Rodríguez también aseguró a Europa Press que "no queremos una sociedad que discrimina por etapa vital, salud, edad o recursos económicos; la evolución o es humana o es involución".
Además pidió a los políticos que escuchen a los provida para construir "una sociedad mejor" y destacó a ABC que "España necesita leyes respetuosas con la dignidad humana, que permitan evolucionar hacia la humanidad y no hacia la cultua del descarte, que promueven leyes como las del aborto o la eutanasia, sin avanzar en los cuidados paliativos ni el apoyo a las madres embarazadas.
Manuel Martínez-Sellés, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), participó en la concentración y aseguró que "la muerte no es un acto médico, ni una prestación sanitaria".