Cada 29 de noviembre la Iglesia Católica celebra a San Saturnino, obispo de Tolosa (Toulouse), Galia (actual Francia) en el siglo III, fallecido alrededor del año 257.
Saturnino predicó en las Galias, el Pirineo y la península ibérica, por lo que es uno de los santos más populares y queridos en Francia y España. También se le conoce con los nombres de ‘Serenín’, ‘Sernin’ o ‘Cernin’.
Misionero en Tolosa
Saturnino nació a inicios del siglo III en Patras, Grecia. Fijó su residencia en Tolosa (actual Toulouse) en el año 250, en tiempos del consulado de Decio y Grato. En esos años, en Galia había pocas comunidades cristianas, con escaso número de fieles, mientras que los templos paganos estaban llenos de gente que tradicionalmente realizaba sacrificios a los ídolos, de acuerdo a la costumbres promovidas por Roma.
Saturnino, que había llegado a Tolosa proveniente de Oriente, congregaría los primeros frutos de su predicación en una comunidad no muy numerosa, pero muy viva. Pronto llegaría a ser obispo de esa ciudad, atrayendo progresivamente a un mayor número de ciudadanos a la fe en Cristo.