Tras el rezo del ángelus, el Papa Francisco destacó el dolor de los inmigrantes que "en estos días están expuestos a peligros gravísimos" y pidió un momento de oración en silencio por ellos y por sus sufrimientos.
Según explicó el Papa, durante el sábado 27 de noviembre mantuvo un encuentro con miembros de asociaciones y grupos de inmigrantes que "en espíritu de fraternidad comparten su camino". Estos estaban presentes en la plaza de San Pedro durante el rezo del ángelus y portaban una enorme bandera.
El Papa Francisco aseguró que siente "dolor con las noticias sobre la situación en la que se encuentran tantos de ellos [inmigrantes]. Como los que murieron en el Canal de la Mancha, en la frontera de BIelorrusia, tantos de ellos niños, así como con los que se ahogan en el Mediterráneo". "Tanto dolor pensando en ellos", aseguró.
También destacó que los inmigrantes que son repatriados al norte de África "son capturados por traficantes y los transforman en esclavos: venden a las mujeres y torturan a los hombres". "A los inmigrantes que se encuentran en esta situación de crisis", el Papa Francisco les aseguró su oración: "Sabed que os estoy cercano. Rezar y hacer".
Por eso agradeció el trabajo realizado por las instituciones, tanto de la Iglesia católica como de otros ámbitos, que "trabajan por aliviar sus sufrimientos".
E hizo de nuevo un llamamiento "a todos los que puedan contribuir a resolver la situación y estos problemas. En particular a las autoridades civiles y militares, para que la comprensión y el diálogo prevalezcan sobre la instrumentalización y orienten la voluntad y los esfuerzos hacia posiciones que respeten la humanidad de estas personas".