El Papa Francisco no realizará el tradicional homenaje público a la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre en la Plaza de España de Roma, como una forma de evitar aglomeraciones y contagios de COVID-19.
En un comunicado, la Oficina de Prensa de la Santa Sede señaló este 27 de noviembre que "para evitar reuniones, y el consecuente riesgo de contagio de COVID-19, en vez del habitual homenaje público a la Inmaculada, también el próximo 8 de diciembre el Papa Francisco realizará un acto privado de devoción".
En este acto privado, continuó, el Santo Padre pedirá "a Nuestra Señora que proteja a los romanos, a la ciudad en la que viven y a los enfermos que necesitan de Su maternal protección en todas partes del mundo".
La disposición se enmarca en una serie de nuevas restricciones que implementará el gobierno italiano desde el 6 de diciembre hasta el 15 de enero, entre las que figuran la prohibición a personas no vacunadas de acceder a eventos públicos, fiestas, restaurantes, teatros y discotecas.
El 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, la Iglesia Católica celebra en todo el mundo que la Virgen María "fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente".
Esta es la segunda vez que se suprime el homenaje público a la Inmaculada Concepción a causa de la pandemia de COVID-19.