Un sacerdote compartió recientemente su testimonio de cómo fue secuestrado este año por extremistas musulmanes y la violencia que estos ejercieron, dejándolo con profundos traumas. Hoy, escondido por seguridad, pide a la comunidad internacional que ayude a los cristianos.
El P. Bako Francis Awesuh, de 37 años, fue secuestrado por pastores fulani musulmanes, un grupo que, de acuerdo a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), es responsable "de ataques mortales contra campesinos cristianos" en Nigeria.
El P. Awesuh era sacerdote de la parroquia de San Juan Pablo II en Gadanaji, en el estado de Kaduna, cuando sufrió el secuestro.
ADVERTENCIA: El relato podría herir la sensibilidad del lector.
Entrevistado por ACN, el P. Awesuh señaló que el secuestro ocurrió "el 16 de mayo, exactamente a las 11 de la noche".
"Oí disparos y apagué rápidamente el televisor. Al apagar la luz, vi sombras y oí pasos. Abrí con cuidado la cortina para ver qué pasaba y vi a cinco pastores fulani armados", recordó.