Tres años después de entrar en el monasterio de las Hermanas Pobres de Santa Clara, Sor María de los Milagros del Divino Amor profesó el pasado 17 de noviembre sus votos simples.
Sor María de los Milagros del Divino Amor entró en la iglesia del monasterio de Santa Ana y Santa María Magdalena de Lorca vestida de novia y del brazo de su padre para profesar los votos temporales como hermana pobre de Santa Clara.
Tras la lectura del Evangelio, la religiosa pidió su consagración al obispo auxiliar de la Diócesis de Cartagena y delegado para la Vida Consagrada, Mons. Sebastián Chico.
Según informa la Diócesis de Cartagena, tras la homilía tuvo lugar el rito de consagración que se asemeja al que realizó Santa Clara, cuando escapó de su casa para para seguir a San Francisco de Asís. Allí, Santa Clara, cambió sus mejores galas por un sayal, puso un cordón con nudos en su cintura y cortó su pelo.
Siguiendo la tradición Sor María de los Milagros cambió su vestido blanco por el hábito marrón, con toca y velo; anudó a su cintura una cuerda con tres nudos, y su madre cortó su pelo, que llevaba adornado con pequeñas flores blancas. También cambió sus tacones por las sandalias propias del hábito, precisaron desde la Diócesis.