La Conferencia Episcopal Española (CEE) celebra su asamblea plenaria del 15 al 19 de noviembre. En el discurso de inauguración, el Cardenal Juan José Omella, Presidente de la CEE y Arzobispo de Barcelona, pidió perdón por las faltas de "testimonio e incoherencias" que han contribuído a "la desafección y a la falta de confianza en la jerarquía, en la propia Iglesia".
El Cardenal Omella como presidente de la Conferencia Episcopal Española manifestó en primer lugar sula cercanía de la Iglesia de España con el obispo de Tenerife, Mons. Bernardo Álvarez Afonso y con todos los habitantes de la isla de La Palma, afectada por la erupción del volcán de Cumbre Vieja desde el pasado mes de septiembre.
Durante su discurso inaugural el presidente de la CEE aseguró que aunque el ambiente social y político de España está "muy fragmentado", los Obispos están "motivados a dejar que el Espíritu Santo guíe el camino del Pueblo de Dios aquí y ahora, lo que redundará sin duda en una mayor cohesión social, para ser en el mundo "misterio de comunión y misión" que ilumine y acompañe a los hombres en esta gran travesía".
Y aseguró que "las respuestas a los retos que nos plantea la sociedad en la que vivimos, debemos encontrarlas todos juntos, escuchándonos los unos a los otros a la luz del Espíritu Santo que es quien conduce a la Iglesia, Pueblo de Dios en camino".
En este discurso inaugural, el Cardenal Omella también explicó que "la fe va perdiendo presencia en la cultura ambiental de nuestro país", algo provocado en parte "por las inconsistencias internas de la Iglesia y de los cristianos", así como de "los propios pastores de la Iglesia".
Por eso, el Presidente de la Conferencia Episcopal pidió perdón porque "con nuestra falta de testimonio e incoherencias, por nuestras divisiones y falta de pasión evangelizadora, en no pocas ocasiones contribuimos, no sin escándalo, a la desafección y a la falta de confianza en la jerarquía, en la propia Iglesia".