Hoy se cumplen 100 años del atentado perpetrado en 1921 contra la Virgen de Guadalupe en la antigua basílica, en la que la imagen mariana fue protegida por un crucifijo que se conoce ahora como el "Santo Cristo del Atentado".
"Este domingo 14 de noviembre se cumplen 100 años del terrible atentado en contra de la Santísima Virgen de Guadalupe. Querían destruir su imagen bendita, su imagen portentosa", dijo a ACI Prensa el P. Eduardo Chávez, doctor en historia de la Iglesia y director general del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos.
"Conmemoramos también 100 años del testimonio maravilloso de Jesús, puesto que fue Él quien cubrió, cuidó y protegió a su madre y nuestra madre Santa María de Guadalupe", refirió el también postulador de la causa de canonización de San Juan Diego.
"Testimonio de esto es el Cristo que está doblado y que lo tenemos aquí en la misma Basílica de Guadalupe como testimonio del inmenso amor de Dios, del portentoso amor de Dios para con ella y para con todos nosotros que la tenemos aquí todavía".
El 14 de noviembre de 1921 estalló una bomba que un hombre había ocultado en unas flores que colocó en la antigua basílica de Guadalupe.
"Alrededor de las 10:30 de la mañana, estalló una bomba de dinamita que se hallaba oculta entre las flores. Los desperfectos fueron en las gradas del altar, que son de mármol, en los candeleros de latón y en esta Sagrada Imagen de Ntro. Señor Crucificado, que retorcida cayó al suelo", indica el relato que está en la parte posterior de la actual Basílica, con el crucifijo y las fotos que se tomaron luego del atentado.