Murió en Buenos Aires dejando más de 50 libros y obras ya clásicas como Camperas, Los papeles de Benjamín Benavides, Su Majestad Dulcinea o El Apocalipsis de San Juan. También dejó innumerables artículos en revistas y diarios católicos.
El P. Castellani –continuó Delacre–, “enseñó que el marxismo caería fusionándose con el gran dinero de la doctrina liberal, gran pecado y herejía moderna, que dominaría todo hacia el gobierno único de la bestia del mar. Esto fue dicho en pleno éxito marxista de los años 50”.
El director resaltó que el jesuita conocía a la perfección nueve lenguas y era un experto en los “padres latinos, a los clásicos latinos y griegos, y a los doctores de la Iglesia en lengua original, pues no se fiaba de las traducciones”.
“Él mismo estudió el Apocalipsis en original griego y luego lo tradujo”, contó.
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Delacre concluye que el P. Castellani “fue silenciado y sepultado por el progresismo católico en Argentina, pero por la actualidad de sus escritos, está resurgiendo con una fuerza inusitada en todo el mundo latino y se lo está traduciendo a varios idiomas de una forma que ni él mismo puedo soñar en vida”.
Apocalipsis: ¿Se debe “temer” al fin del mundo?
El fundador de Caravel Films explicó a ACI Prensa que “Hollywood ha hecho hincapié hasta el hartazgo en asustar a las personas, y ha terminado por convencer a la gente de que el Apocalipsis es exclusivamente un itinerario de catástrofes y monstruosidades”.
“Nada más alejado de la verdad. En el libro del Apocalipsis, las visiones celestiales y las palabras de consuelo y ánimo de Nuestro Señor Jesucristo están a la par y dominan sobre las imágenes pavorosas”, aseguró.
También dijo que todo lo “tenebroso” que “hay en el Apocalipsis, es presentado desde una perspectiva de esperanza y con miras al triunfo definitivo de Cristo”.
“En realidad quienes deben temer leer y estudiar el Apocalipsis según una interpretación católica, son todos aquellos que desprecian a Dios”, agregó.