REDACCION CENTRAL,
La hermana Maris Stella una vez sirvió a su país en la Marina, pero ahora dedica su vida a servir como monja de las Hermanas de la Vida, una comunidad religiosa dedicada a la promoción de causas provida.
"Serví en la Marina y probé muchas de las cosas buenas que este mundo tiene para ofrecer, pero sabía que mi corazón estaba hecho para algo más", contó a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– la hermana Maris Stella.
Su carrera militar comenzó en la Academia Naval de Estados Unidos en Annapolis, Maryland, que tiene una tasa de aceptación de solo el 8%. Después de estudiar durante cuatro años, sirvió durante cinco más. Su viaje de servicio comenzó en un buque de guerra rápido como oficial de artillería. Pasó cientos de días frente a las costas de América del Sur en busca de narcotraficantes. Posteriormente, trabajó en Nápoles (Italia), como oficial de enlace.
Luego, dijo "sí" a servir a Dios.
El difunto Cardenal John O'Connor fundó las Hermanas de la Vida en Nueva York en 1991. Aunque tienen su sede en el área de Nueva York, también están ubicadas en Denver, Filadelfia, Phoenix, Washington DC y Ontario (Canadá). La comunidad de religiosas católicas profesa cuatro votos: pobreza, castidad y obediencia, y "proteger y realzar el carácter sagrado de la vida humana".
Entre otras cosas, las hermanas dedican sus vidas a ofrecer apoyo y recursos a las mujeres embarazadas y madres, organizar retiros, evangelizar, practicar el acercamiento a los estudiantes universitarios y ayudar a las mujeres que sufren después de un aborto.