VATICANO,
El Papa Francisco citó a los emigrantes italianos en Europa y el mundo como ejemplo de una migración capaz de integrarse y de "alimentar" la "unidad" y "diversidad" para la sociedad y la Iglesia local que la acoge.
El Santo Padre hizo esta reflexión este jueves 11 de noviembre durante la audiencia que concedió a los participantes en el Congreso promovido por la Fundación Migrantes de la Conferencia Episcopal Italiana, que se celebra del 9 al 12 de noviembre en Roma con el título "Los italianos en Europa y la misión cristiana".
En su discurso, el Papa realizó tres reflexiones, la primera sobre la migración y la movilidad de personas. Explicó que "con frecuencia vemos a los migrantes únicamente como a los 'otros' diferentes de nosotros, como extranjeros".
En realidad, "leyendo los datos del fenómeno, descubrimos que los migrantes son una parte relevante del 'nosotros', como vemos en el caso de los migrantes italianos, de las personas cercanas a nosotros: nuestras familias, nuestros jóvenes estudiantes, licenciados, desocupados, empresarios".
En ese sentido, "la migración italiana muestra una 'Italia hija', en camino en Europa y en el mundo. Una realidad que siento especialmente cercana, en cuanto que mi familia emigró a Argentina".
La segunda reflexión se refiere a Europa. "La lectura de la emigración italiana en el continente europeo nos debe hacer cada vez más consientes de que Europa es una casa común. Tampoco la Iglesia en Europa puede olvidar al millón de emigrantes italianos y de otros países que están renovando el rostro de las ciudades, de los países".