REDACCION CENTRAL,
Un padre casado y con tres hijos, de la Diócesis de Lansing (Estados Unidos), afirma que el Beato Solanus Casey, el humilde fraile y sacerdote capuchino, lo visitó dos veces en el hospital y aceleró lo que él cree que es una recuperación milagrosa del COVID-19.
El hombre de 52 años, Nolan Ostrowski, feligrés de la iglesia católica San Pedro en Eaton Rapids, Michigan, compartió su historia con la diócesis en una entrevista el 1 de noviembre.
Cuando sus síntomas de COVID-19 empeoraron, Ostrowski fue ingresado el 25 de julio en el Hospital Sparrow, en Lansing.
"Y luego, una noche, estaba sentado allí y me desperté y sentí que había mucha oscuridad a mi alrededor, mucha desesperación sobre mí, y noté que había alguien sentado al costado de mi cabecera. Yo no podía volverme para ver quién era, todo lo que podía ver eran sus piernas y su túnica marrón", dijo Ostrowski, y agregó que inicialmente pensó que podría ser su ángel de la guarda.
Esa aparente visita ocurrió el 30 de julio, en la fiesta del Beato Solanus Casey. La noche siguiente, 31 de julio, la misma figura con túnica marrón apareció nuevamente en la habitación del hospital, aunque esta vez la figura estaba sentada a los pies de su cama con las manos en los muslos.
"Se sentó allí y fue entonces cuando me di cuenta de que este no era solo mi ángel. Este es un santo. Es alguien especial", recordó Ostrowski, quien luego comenzó a rezar y "suplicar" por su vida. Le dijo a la figura que no quería que sus hijos crecieran sin él.