Con motivo de la coronación de la Virgen Desatanudos en Buenos Aires (Argentina), el Papa Francisco alentó a confiar los "nudos de la vida" a la Madre de Dios.
Fue el 8 de diciembre de 1996 cuando la Virgen Desatanudos arribó desde Alemania hasta la parroquia San José del Talar, santuario de Nuestra Señora que desata los nudos, en el barrio porteño de Villa Pueyrredón.
Con motivo de los 25 años de ese acontecimiento, el domingo 7 de noviembre la comunidad coronó la imagen de la Virgen Desatanudos, advocación mariana a la que el Papa Francisco tiene una especial devoción.
La Misa estuvo presidida por el Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Mario Poli; concelebrada por el Obispo Auxiliar, Mons. Juan Carlos Ares; el párroco Ricardo Aloé, sacerdotes y fieles.
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En una carta enviada con motivo de la celebración y leída por el Cardenal Poli, el Papa Francisco expresó que desde que llegó la Virgen Desatanudos a la parroquia "miles de peregrinos se acercaron a conocer su imagen, a confiarle sus intenciones, a dejar en sus manos tiernas de Madre los nudos de sus vidas".