En una peligrosa maniobra impulsada por organismos del Estado, entre ellos abiertos promotores del aborto en Bolivia, una niña de 11 años fue obligada la noche del viernes 5 de noviembre a adelantar su parto, poniendo en riesgo su vida y la de su hijo.
La niña se encontraba en un hogar de acogida pero, usando una medida de amparo, la Defensoría del Pueblo sustrajo a la menor y la internó en un centro médico que, según pudo conocer ACI Prensa, no tenía las condiciones adecuadas para atender una situación de alto riesgo como el parto de una niña de 11 años con 24 semanas de gestación.
En el hospital comenzaron durante la noche del viernes 5 de noviembre el proceso de parto, que se habría extendido por alrededor de 12 horas. El bebé, pesando aproximadamente 500 gramos, nació vivo pasadas las 10:00 a.m. en Santa Cruz de la Sierra.
De acuerdo al diario boliviano El Deber, los abogados de la madre de la menor, Néstor Higa y Yovani Cabello, "denunciaron que la madre (de la menor) fue prácticamente secuestrada y perseguida para alejarla de su propia hija".
"Qué necesidad tenían las autoridades del Estado de apurar el parto, ellos serán responsables si pasa algo peor con esa criatura", expresó Higa.
En declaraciones al diario Página Siete Digital, la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, señaló que "lo único que puedo decirles es que se generó una protección respecto a los derechos de la niña".