Lanza aseguró que los grupos provida han apelado "para que se pueda frenar estas acciones de 'interrupción legal del embarazo' que amenaza contra la dignidad, la vida y la psicología y biología de esta niña víctima".
"Si ellos aseguran que el llamado embarazo forzado es una tortura, nosotros le preguntamos: ¿Acaso no es tortura sacrificar cortando en pedazos y descuartizando a un niño de cinco meses de gestación? No solo es tortura para el niño en el vientre sino para una mujer que lo vive. Las secuelas pueden llegar a ser de por vida", explicó.
Para Lanza, la "CIDH, promoviendo el aborto, está discriminando a una niña adolescente por la forma en que ha concebido a su hijo –que ella no lo ha buscado, es cierto–, pero hacen una discriminación total por su edad y la condiciones en las que ha quedado embarazada".
"También están discriminando al niño en su vientre, que es un ciudadano boliviano y que, por la forma en que ha sido concebido", para los proaborto, "no tiene derecho a vivir", agregó.
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Lanza también criticó el texto publicado por la CIDH, porque en "ninguna parte se habla del culpable, el que ha cometido los actos deplorables y criminales de abuso sexual y violación".
"No se habla de la pena drástica para el violador, del porqué no se da curso inmediatamente al juicio y condenación, sino que solo se ensañan con la víctima y la someten a una tortura pública y, coaccionando, exigiendo y obligándola a ella y a su familia para que decidan por el aborto", concluyó.
Iglesia boliviana y la madre en contra de la Defensoría del Pueblo
La Iglesia en Bolivia ha otorgado todo su respaldo a la niña de 11 años y a su madre, defendiendo la decisión de seguir con el embarazo y colocando a su disposición ayuda material: hogar, educación, medicina, tratamiento psicológico para la menor. El apoyo de la Iglesia provocó ataques mediáticos y vandálicos contra edificios y templos católicos en los últimos días.
Pese a que la sentencia constitucional de 2014 es clara respecto al consentimiento del paciente para que se efectúe un aborto, la madre de la menor tuvo que solicitar el 1 de noviembre a la misma CIDH medidas cautelares para evitar que se concrete un aborto "forzoso" que viola "la voluntad" de su hija.
"Solicito con urgencia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que se ordene al Estado Boliviano, como medida cautelar, el asegurar que se ponga fin a los intentos de la Defensoría del Pueblo, y cualquier otro organismo público y privado, de subvertir la opinión y decisión de (la niña) de no concretar el aborto y la muerte de (…) el niño que lleva dentro", indica la solicitud.