El misionero ad gentes Jeremías Villalba siempre sintió que Dios lo llamaba para algo especial; y al terminar la carrera de Derecho fue invitado a evangelizar Malawi, uno de los países más pobres de África, y que se ha convertido en una experiencia que le ha cambiado la vida.
Villalba señaló a ACI Prensa que su deseo de ser misionero "no surgió por iniciativa propia, más bien fue Dios el que lo inició, casi agarrándome por sorpresa".
"Desde temprana edad – alrededor de los quince años – supe que Dios me llamaba a algo especial, sin embargo, no tenía claro el cómo ni en dónde. Así fue que comencé mi carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires, que finalicé en marzo de este año", resaltó.
El joven indicó que durante sus años de estudio rezó mucho tiempo para conocer la voluntad de Dios, y señaló que creía estar llamado a la vocación matrimonial, pero poco a poco el deseo de dedicarse totalmente al Señor "para la salvación de las almas, se fue haciendo cada vez más fuerte".
"Aunque tenía en claro que Dios no me pedía ingresar al seminario diocesano, fui teniendo cada vez más en claro que Dios me llamaba al sacerdocio. Así fue que buscando el lugar que Dios me tenía preparado, conocí al P. Federico Highton, de la Orden San Elías, quien me invitó a hacer un período de discernimiento en África", agregó.