REDACCION CENTRAL,
En medio de una ola de ataques mediáticos y vandálicos contra la Iglesia en Bolivia, el delegado episcopal de Salud de la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra desmintió que se haya intervenido en la decisión de una niña de 11 años, embarazada producto de una violación, de continuar con la gestación o de practicarse un aborto.
"La Iglesia no ha presionado a la niña para que cambie de opinión. Lo que se está buscando es amedrentar a la Iglesia para que no haga su labor legal de cercanía y de estar presente para que se cumpla la ley y se vele por los derechos humanos", aseguró a ACI Prensa, Víctor Hugo Valda, delegado episcopal de Salud de la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra.
La declaración del delegado episcopal de Salud se produce luego de duras críticas de los defensores del aborto que acusan a la Iglesia de intervenir en la decisión de la niña. Varias organizaciones, incluida la Defensoría del Pueblo, presionaron sin éxito que se realice el aborto a la menor.
En declaraciones a la BBC, la defensora del pueblo, Nadia Cruz, acusó a la Iglesia Católica y a grupos provida de ejercer presión sobre la niña y su madre "para que cambiaran de opinión y desistieran de continuar con la interrupción del embarazo".
Asimismo, en declaraciones al programa "No Mentirás", del medio PAT, Cruz anunció el 27 de octubre que demandará ante la Fiscalía a personeros del Arzobispado de Santa Cruz de la Sierra que supuestamente hicieron contacto con la niña tras ingresar al hospital donde era atendida. Agregó que la denuncia se extenderá al personal del Hospital Percy Boland, de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Yapacaní y a la propia madre de la menor.
Los delitos que se considerarían en la denuncia penal serían trata de personas, tortura con fines de embarazo forzado y/o actos de disposición de ser humano.