Los secuestros de sacerdotes y seminaristas en Nigeria son tristemente frecuentes. Uno de los últimos, tuvo lugar el pasado 11 de octubre, cuando hombres armados entraron en el seminario de Cristo Rey de la diócesis de Kafanchan (Nigeria) y fueron secuestrados.
Los seminaristas se encontraban en la capilla orando cuando llegaron los yihadistas, que para aterrorizarles dispararon al aire varias veces. Los jóvenes estuvieron retenidos unas 48 horas y finalmente fueron liberados.
El P. Emmanuela Faweh', formador del seminario Cristo Rey de Kafanchan, explicó a Ayuda a la Iglesia Necesitada que "los jóvenes que fueron secuestrados se mantuvieron fuertes, sin miedo. Rezaban sin abrir la boca, leían los labios de los otros y rezaban juntos el rosario. Cuando los secuestradores vieron que no se amedrentaban llamaron al seminario para pedir dinero por su liberación".
Aunque hubo negociación, la Iglesia no pagó el rescate. "El silencio con el que los seminaristas testimoniaron su fe envió un mensaje a los secuestradores de que no se vendrían abajo. Y finalmente decidieron liberarlos. Todo lo que podemos decir es que Dios no olvida a su pueblo", aseguró el P. Faweh'.
A las 07:30 p.m del miércoles 13 de octubre, los secuestradores hicieron saber a los responsables del seminario dónde habían liberado a los tres jóvenes.
El formador recuerda que cuando recibieron esa llamada, "estábamos tan felices, que todos los responsables del seminario salimos corriendo en dos coches, sin pensar que nos podía suceder algo. Cuando los encontramos comenzaron a llorar. Estaban en mitad del bosque y tenían miedo, y yo también. Gracias a Dios llevábamos un policía armado, por si sucedía cualquier cosa, para que nos defendiera".