El sacerdote de la Congregación de los Misioneros de Nuestra Señora de La Salette, P. Gian Matteo Roggio, y otros ponentes de un curso de exorcismos que organiza el Vaticano señalaron que la demanda por este rito de liberación ha aumentado en la pandemia debido a las dificultades financieras y problemas de salud mental.
El P. Roggio indicó al diario The Telegraph que la pandemia ha provocado un aumento de las solicitudes de exorcismos, porque ha provocado que las personas "sean más vulnerables a la idea de que Satanás o alguna entidad maligna se ha apoderado de sus vidas".
"La gente ha caído en la pobreza, sufre de ansiedad y depresión. Sienten que sus vidas ya no están en sus propias manos, sino en manos de una fuerza maligna. Es una gran crisis", señaló.
El sacerdote explicó que los efectos de una posesión son dramáticos, pero aseguró que los religiosos evalúan a las personas para determinar si "padecen trastornos psiquiátricos comunes o si realmente están poseídas por las fuerzas del mal".
Las personas endemoniadas "hablan en idiomas que no conocen, incluso lenguas antiguas como el arameo, el latín, el griego y el hebreo. Pueden levitar del suelo o vomitar objetos como clavos y trozos de vidrio", resaltó.
Además, indicó que estas personas llegan a cambiar por completo sus voces, al punto que "una mujer puede empezar a hablar como un hombre", y desarrollan "una fuerza sobrehumana y se necesitan cuatro o cinco personas para contenerlos".