El Arzobispo de Nueva York (Estados Unidos), Cardenal Timothy Dolan, señaló que el primer paso para poner fin a todas las formas de violencia en la sociedad relacionadas con el crimen, el racismo o la pobreza, es poner fin a la violencia del aborto.
En una columna del 20 de octubre, el Purpurado señaló que la violencia "no terminará hasta que detengamos la supuesta licencia intocable del aborto radical que parece haber capturado a un segmento de nuestra sociedad".
"Como escribió la Madre Teresa: 'No debemos sorprendernos cuando oímos hablar de asesinatos, muertes, guerras, odio. Si una madre puede matar a su propio hijo, ¿qué falta para que nos matemos entre nosotros?'", señaló el Cardenal Dolan.
El Arzobispo indicó que en una sociedad dividida política y culturalmente, lo único que parece unir a todas las partes "es la preocupación porque nuestro mundo haya perdido el respeto básico por la vida".
Además, citó varios ejemplos del terrible trato que se da a la vida humana, como la situación de millones de refugiados y migrantes, la retirada estadounidense de Afganistán, el desprecio por la vida durante la pandemia de coronavirus, los delitos violentos -incluido el asesinato de George Floyd-, el aumento de los suicidios -especialmente entre los jóvenes-, y los tiroteos masivos.
El Purpurado señaló que estos ejemplos muestran cómo "la vida humana ahora se trata como algo inservible, sin valor, desechable" y resaltó que, según las palabras del Papa Francisco, estos casos son parte de una "cultura del descarte".