VATICANO,
El Papa Juan Pablo II retomó este miércoles en la Audiencia General sus comentarios a los salmos y cánticos de la hora de Vísperas, y enfocó sus reflexiones en torno al “Himno de los redimidos” del libro del Apocalipsis.
Durante la audiencia a la que llegó en un “Papamóvil” descubierto, el Pontífice señaló que en el cántico, la asamblea del Pueblo de Dios “entona un himno al Señor, exaltando ‘la gloria, el honor y el poder’, que se han manifestado en la creación del universo. Al llegar a ese momento se introduce un símbolo de particular importancia, en griego un ‘biblíon’, es decir, un ‘libro’, que sin embargo es totalmente inaccesible: siete sellos impiden su lectura”.
“Ese libro –explicó el Papa- contiene toda la serie de decretos divinos que hay que actuar en la historia humana para que reine la justicia perfecta. Si el libro se queda sellado, no se pueden conocer ni aplicar estos decretos, y la maldad seguirá extendiéndose y oprimiendo a los creyentes. Se constata así la necesidad de una intervención autorizada: la realizará el Cordero inmolado y resucitado. Él será capaz ‘de tomar el libro y abrir sus sellos’”.
“Cristo es el gran intérprete y el señor de la historia, que revela la trama escondida de la acción divina que se desarrolla en ella”, agregó.
“El himno indica después cuál es el fundamento del poder de Cristo sobre la historia: su misterio pascual: Cristo se ha ‘inmolado’ y con su sangre ha ‘rescatado’ a toda la humanidad del poder del mal”, explicó también el Santo Padre.
Cristo nos da un nuevo ser interior