En 1984 Guido Rossi estaba comprometido para casarse con Sandra Sabattini, pero un accidente de tránsito acabó con la vida de la joven que este domingo ha sido elevado a los altares como la primera novia beata de la Iglesia Católica.
Sandra y Guido se conocieron en 1979. Tiempo después, comprometidos para casarse y con el sueño de ir a África para atender a los "últimos de los últimos", ella murió atropellada en un accidente tránsito.
En la víspera de la beatificación celebrada este domingo, Rossi conversó con Vatican News sobre su experiencia de vida con Sandra y sobre cómo lo afectó haberla perdido cuando ella tenía solo 22 años.
"Mi vida estuvo marcada por Sandra, con su vida y con su muerte. Después de un periodo no exento de dificultades, pero seguramente bello y profundo, me vi claramente con dos casas en el camino, la de su familia y la mía, mientras el resto seguía en pie", relató Guido, que ahora es un diácono casado y tiene dos hijos.
"Me ayudaron muchísimo y aún sigue viva la relación y el afecto de su familia. Me sostuvieron también los sacerdotes y los hermanos de la Comunidad Juan XXIII", a la que ambos pertenecían.
En su opinión, la beatificación de Sandra permite contemplar "la gran misericordia del Señor que nunca nos deja solos, incluso cuando creemos que estamos caminando solos, mientras Él nos lleva del brazo, como vimos escrito en la puerta de una iglesia en Gubbio que visité con Sandra".