VATICANO,
El Papa Francisco continuó con su serie de catequesis sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas en la Audiencia General de este miércoles 20 de octubre en la que destacó la importancia de la libertad de la fe y la espontaneidad de los niños.
"Estos días estamos hablando sobre la libertad de la fe escuchando la Carta a los Gálatas. Se me ocurrió lo que Jesús decía sobre la espontaneidad y libertad de los niños, cuando este niño tuvo la libertad de acercarse y de moverse como si estuviera en su casa… Valentía para acercarse al Señor, de estar abiertos al Señor, de no tener miedo al Señor. Yo agradezco a este niño por la lección que nos ha dado a todos…", señaló el Santo Padre.
A continuación, la catequesis pronunciada por el Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Estos días estamos hablando sobre la libertad de la fe escuchando la Carta a los Gálatas. Se me ocurrió lo que Jesús decía sobre la espontaneidad y libertad de los niños, cuando este niño tuvo la libertad de acercarse y de moverse como si estuviera en su casa. Y Jesús nos dice: también ustedes si no se hacen como niños no entrarán en el reino de los cielos. Valentía para acercarse al Señor, de estar abiertos al Señor, de no tener miedo al Señor. Yo agradezco a este niño por la lección que nos ha dado a todos, y que el Señor lo ayude en su limitación, en su crecimiento, porque ha dado este testimonio, le vino del corazón. Los niños no tienen un traductor automático del corazón a la vida, el corazón va hacia adelante, gracias.
El apóstol Pablo, con su Carta a los Gálatas, poco a poco nos introduce en la gran novedad de la fe. Lentamente va, va, cuál es la novedad de la fe. Es realmente una gran novedad, porque no renueva solo algún aspecto de la vida, sino que nos lleva dentro de esa "vida nueva" que hemos recibido con el Bautismo. Allí se ha derramado sobre nosotros el don más grande, el de ser hijos de Dios. Renacidos en Cristo, hemos pasado de una religiosidad hecha de preceptos, hemos pasado de una religiosidad hecha de preceptos a la fe viva, que tiene su centro en la comunión con Dios y con los hermanos. Es decir, en la caridad. Hemos pasado de la esclavitud del miedo y del pecado a la libertad de los hijos de Dios. Otra vez la palabra libertad.