Los obispos de Venezuela solicitaron al régimen de Nicolás Maduro una medida humanitaria, por razones de salud, a favor de tres defensores de derechos humanos que fueron detenidos sin orden judicial en julio, acusados de "difamaciones", y que en la cárcel se han contagiado de COVID-19.
Así lo indicaron los prelados en un comunicado del 18 de octubre de la Comisión de Justicia y Paz del Episcopado venezolano, presidida por Mons. Roberto Lückert León.
En la nota, los obispos también exigieron "el respeto al trabajo de los defensores de los derechos humanos en el territorio nacional", así como "información fidedigna y oportuna de las condiciones de salud y jurídicas" en las que se encuentran.
El comunicado se refiere a los "defensores de derechos humanos Javier Tarazona, José Rafael Tarazona y Omar De Dios García" de la ONG Fundaredes, detenidos desde julio pasado en una de las sedes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).
El texto explica que los tres fueron detenidos "en el ejercicio de las labores de denuncia y promoción de derechos humanos como activistas en temas que resultan de particular sensibilidad".