Así fue la emotiva ordenación episcopal que presidió el Papa Francisco en el Vaticano

El Papa invitó a reflexionar que "fueron elegidos entre los hombres y para los hombres, han sido constituidos, no para ustedes, sino para los otros, en las cosas que se refieren a Dios" y recordó que la palabra "episcopado, en efecto, es el nombre de un servicio, no es verdadero episcopado sin servicio, no es el nombre de un honor… porque al obispo le compete más servir que dominar, según el mandamiento del Maestro: 'el mayor entre ustedes se ha de hacer como el menor, y el que gobierna, como el que sirve'".

"Servir, y con este servicio ustedes custodiarán su vocación, y serán auténticos pastores en el servir, no en el honor, en la potestad, en el poder. Servir, siempre servir", subrayó el Papa.

Además, el Santo Padre invitó "anuncien la Palabra en toda ocasión: oportuno y no oportuna. Adviertan, reprochen, exhorten, con toda magnanimidad y doctrina. Continúen a estudiar. Y mediante la oración y el ofrecimiento del sacrificio por su pueblo tomen de la plenitud de la santidad de Cristo la multiforme riqueza de la divina gracia".

"Ustedes serán custodios de la fe, del servicio, de la caridad en la Iglesia. Y para esto, es necesario ser cercanos. Piensen que la proximidad es el rastro más típico de Dios, Él mismo lo dice a su pueblo en el Deuteronomio, piensen cuál pueblo tiene a sus dioses así de cerca como tú me tienes a mi. Cercanía, junto a la compasión y la ternura", afirmó.

Por ello, el Papa pidió "por favor, no dejen esta cercanía, acérquense siempre al pueblo, acérquense a Dios, acérquense a los hermanos obispos, acérquense a los sacerdotes. Estas son las cuatro cercanías del obispo".

"El obispo cercano a Dios en la oración, muchas veces alguno podría decir: 'tengo tanto que hacer que no puedo rezar'. Detente. Cuando los apóstoles inventaron a los diáconos Pedro ¿qué dice? -a nosotros los obispos-: la oración y el anuncio de la Palabra", destacó el Papa.

Rito de la ordenación

Tras la homilía, el Papa presidió el rito de la ordenación episcopal, con el interrogatorio y promesas de los dos candidatos al episcopado; el rezo (cantado) de las letanías de los santos mientras que Mons. Guido y Mons. Ferrada permanecieron postrados; la imposición de las manos; el canto de la invocación al Espíritu Santo "Veni creator"; la unción con el crisma, la entrega de los símbolos episcopales: el libro del Evangelio, el anillo, la imposición de la mitra y el báculo pastoral.

Después, el Papa realizó "la entronización en la cátedra" de los dos nuevos obispos, quienes saludaron con la mano sonriendo al Santo Padre y se sentaron a un lado del altar principal con la mitra puesta y sosteniendo el báculo pastoral.

Uno de los momentos más emotivos fue al finalizar el rito de la ordenación episcopal durante el saludo de la paz y la felicitación del Papa a los dos nuevos obispos. En particular, con Mons. Marini quien ha sido durante todo su pontificado el maestro de las ceremonias pontificias y ha organizado las celebraciones litúrgicas también de todos los viajes internacionales apostólicos. Así como también cuando Mons. Marini abrazó a Mons. Diego Ravelli, quien es su sucesor en este cargo y fue ceremoniero pontificio desde 2006 además de trabajar en la Limosnería Pontificia.

Luego, se llevó a cabo la habitual Liturgia Eucarística en la Basílica de San Pedro en la que concelebraron numerosos cardenales, obispos y sacerdotes.  

Antes de concluir la ceremonia, Mons. Marini agradeció al Papa a nombre de ambos en un emotivo discurso en el que le dio las gracias por la ordenación episcopal y destacó su deseo de ser pastores. Asimismo, agradeció a su familia por el don de la vida, dirigió una oración de agradecimiento a Dios y a la Virgen María.

Finalmente, los dos nuevos Obispos se acercaron a saludar y bendecir a sus familias y recorrieron todo el pasillo central de la Basílica de San Pedro para bendecir a los presentes mientras el coro entonaba el "Te Deum".

El Vaticano no indicó la cifra estimada de los numerosos fieles presentes, quienes, según las medidas sanitarias llevaban puesta la mascarilla y se sentaron distanciados para evitar contagios del COVID-19.

Datos biográficos de los nuevos Obispos

Mons. Guido Marini nació el 31 de enero de 1965 en Génova, Italia. Tras completar el itinerario de bachillerato, ingresó en el Seminario de Génova donde se licenció en Teología.

Fue ordenado sacerdote el 4 de febrero de 1989, completó su formación académica con el doctorado utroque iure, es decir, en derecho civil y en derecho canónico en la Pontificia Universidad Laternanse, y con la licenciatura en Psicología de la Comunicación por la Pontificia Universidad Salesiana en 2007,

Fue secretario particular entre 1988 y 1995 del Cardenal Giovanni Canestri, entonces arzobispo de Génova, y de sus sucesores el Cardenal Dionigi Tettamanzi entre 1995 y 2002, y el Cardenal Tarcisio Bertone entre 2002 y 2003.

Después de diversos cargos en la diócesis de Génova como maestro de ceremonias, director de la Oficina Diocesana de Educación, miembro electo del Consejo Presbiteral, Canciller Arzobispal, Secretario del Consejo Episcopal, profesor de Derecho Canónico, canónigo de la Catedral de San Lorenzo, Prefecto de dicha Catedral y director espiritual del seminario.

El Papa Benedicto XVI lo nombró Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias y Prelado de Honor de Su Santidad el 1 de octubre de 2007. El Papa Francisco lo confirmó como Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias y lo nombró en 2019 responsable de la Capilla Musical Pontificia.

Durante el año académico 2018-2019 fue profesor invitado de Liturgia Papal en el Pontificio Ateneo de San Anselmo.

Mons. Andrés Gabriel Ferrada Moreira nació en Santiago de Chile el 10 de junio de 1969.

Recibió el orden sacerdotal el 3 de julio de 1999 y quedó incardinado en la Archidiócesis Metropolitana de Santiago de Chile.

Obtuvo el doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana en 2006. A continuación, desempeñó diversos encargos pastorales en la diócesis, entre ellos, el de director de estudios y prefecto de Teología del Seminario Pontificio Mayor de los Ángeles Custodios, en Santiago de Chile.

Desde el año 2018 fue oficial de la Congregación para el Clero. El 8 de septiembre el Papa Francisco lo nombró secretario de la Congregación para el Clero y le ha conferido la dignidad de Obispo titular de la Archidiócesis de Tiburnia. El nombramiento se hizo efectivo el pasado 1 de octubre.