VATICANO,
El Papa Francisco realizó este jueves 7 de octubre un contundente llamado a la paz y reclamó "menos armas y más comida" en un mundo que asiste a la violencia y a la guerra "como si fuera un juego".
El Santo Padre hizo este llamado durante un encuentro interreligioso por la paz celebrado junto al Coliseo de Roma. Al encuentro asistieron líderes religiosos como el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I; el Catholicos de los Armenio, Karekine II; el Gran Imán de Al Azhar, Ahmad Al-Tayyeb; o el rabino Pinchas Goldschmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos europeos.
En el evento, organizado por la Comunidad de Sant'Egidio, participó también la Canciller alemana, Angela Merkel, quien mantuvo un encuentro horas antes con el Santo Padre en el Palacio Apostólico del Vaticano.
En su discurso, el Papa Francisco lamentó que "hoy se asiste a la violencia y a la guerra, al hermano que mata al hermano como si fuera un juego que miramos de lejos, indiferentes y convencidos de que nunca nos tocará".
Señaló que "el dolor de los otros no nos urge. Y ni siquiera el dolor de los que han caído, de los migrantes, de los niños atrapados en las guerras, privados de la despreocupación de una infancia de juegos".
"Pero con la vida de los pueblos y de los niños no se puede jugar", advirtió el Papa. "No podemos permanecer indiferentes. Por el contrario, es necesario empatizar y reconocer la humanidad común a la que pertenecemos, con sus fatigas, sus luchas y sus fragilidades".