En aeropuertos de Argentina rezan novena en honor a la Virgen del Buen Viaje

Uno de los fortines se ubicó sobre una loma en donde hoy se alza la ciudad de Morón.

Años después, por ser paso obligado hacia el norte y el oeste, se instaló en las cercanías una posta con un pequeño oratorio dedicado a la Inmaculada Concepción.

El lugar era frecuentado por los viajeros que marchaban al mar o que regresaban de su viaje.

Luego, los jesuitas, que tenían por patrona a la Virgen Viajera de Loreto, llevaron hasta el lugar su culto, con la denominación de Nuestra Señora de Loreto o del Buen Viaje.

De esa manera se instaló en la capilla una imagen labrada por los jesuitas, la misma que hoy se venera en la Catedral de Morón.

En 1727, Francisco de Merlo hizo levantar en su hacienda un oratorio para uso familiar y de sus colonos, dedicándoselo a Nuestra Señora de la Concepción del Camino.

Tres años después, el Cabildo Eclesiástico dispuso construir seis parroquias, una de ellas en el pago de La Matanza.

De Merlo fue llamado por el gobernador Zabala, quien le pidió el oratorio para tal fin, pero como Francisco pensaba donarlo a la Orden de la Merced, lo prestó por unos años.

Recién en 1776 fue inaugurada la nueva iglesia, en el mismo lugar que ocupaba el fortín, en la que se entronizó la antigua imagen de Nuestra Señora del Buen Viaje.

Con el tiempo, el tránsito por el lugar se intensificó y el poblado creció. Entre quienes pasaron a orar al lugar estuvo Juan Mastai Ferretti, que sería luego el Papa Pío IX.

Con el paso del tiempo, el templo se fue deteriorando y en 1852 se derrumbó una parte, pero la imagen quedó intacta.

El P. Francisco Romero levantó otro templo sobre la base anterior, que fue inaugurado en marzo de 1854.

Al ver la importancia de la iglesia para la fe de las personas, el P. Romero decidió erigir otra iglesia en 1868 y es la que sobrevive con gran orgullo para los lugareños.

En 1957, el Papa Pío XII la elevó a Catedral de Morón, siendo Mons. Miguel Raspanti su primer Obispo.

El Obispo pidió y obtuvo del nuevo Pontífice, Juan XXIII, la gracia de la Coronación a Nuestra Señora Inmaculada del Buen Viaje, ceremonia realizada el 19 de noviembre de 1961. Fue en 2019 cuando el Obispo Castrense, Mons. Olivera, creó la capellanía de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y decretó a Nuestra Señora del Buen Viaje como su patrona.