VATICANO,
El pasado domingo 26 de septiembre, un grupo de terroristas de Estado Islámico asaltó las aldeas de Madami y Abun y asesinaron a 34 personas, además de causar heridas a otras siete, antes de ser neutralizados por soldados del ejército nigeriano.
El Papa Francisco, al finalizar la Audiencia General de este miércoles 29 de septiembre, expresó su dolor por el ataque y pidió rezar por las víctimas y para que el país logre ofrecer seguridad a sus ciudadanos.
"Recibí con dolor de la noticia de los ataques armados que tuvieron lugar el pasado domingo contra los pueblos de Madamai y Abun, en el norte de Nigeria. Rezo por aquellos que han fallecido, por los que resultaron heridos y por toda la población nigeriana. Deseo que en el país esté siempre garantizada la seguridad de todos los ciudadanos", fueron las palabras del Santo Padre.
El ataque contra estas dos aldeas por parte de terroristas de ISIS, armados con fusiles AK 47 y lanzagranadas, se produjo en el contexto de los enfrentamientos entre diferentes grupos yihadistas armados del norte de Nigeria por el control de la región.
Los enfrentamientos se han agravado tras el estallido de la guerra entre los dos principales grupos yihadistas: Boko Haram y su escisión Iswap, que forma parte de la red internacional de Estado Islámico (ISIS).
El enfrentamiento entre ambas facciones comenzó después de que Boko Haram retirara su lealtad a Estado Islámico y se agravó tras la muerte del líder del grupo, Abubakar Shekau, en combate contra Estado Islámico. Las operaciones del gobierno, junto con la fuerte competencia que supone el auge de Iswap, han llevado al ejército nigeriano a dar por desarticulada la organización. Sin embargo, Boko Haram ha mostrado una gran capacidad para mantener sus actividades terroristas y sigue suponiendo una gran amenaza para la población local.