El asesor de la Pastoral para las Villas de Emergencia (Argentina), Mons. Gustavo Carrara, exhortó a la clase dirigente y política que se inspire en la parábola del buen samaritano para definir las prioridades hacia los descartados y las víctimas de trata.
El 23 de septiembre el también Obispo Auxiliar de Buenos Aires presidió la 14º "Misa en solidaridad con los excluidos y las víctimas de tráfico y trata de personas" en la Plaza Constitución.
Acompañaron el Obispo Emérito de Río Gallegos, Mons. Juan Carlos Romanín; y los sacerdotes P. Lorenzo De Vedia, P. Juan Corso, P. Sebastián García, P. Gonzalo Lepouros, P. Raúl Varela, P. Fernando Osti y P. Jorge Mella.
"Hoy tenemos la urgencia de que la clase dirigente y política se inspire en la parábola del buen samaritano y se debatan las prioridades de los últimos, entre ellos los excluidos, descartados, los que son sometidos al tráfico de personas, los que son víctimas de la trata", expresó en su homilía.
Mons. Carrara dijo que es necesario solucionar los problemas de la gente, de los que "más sufren en nuestra patria y en nuestra ciudad" a través de puestos de trabajo, de viviendas y de asesoría para que "se pongan de pie".
En tanto, para el común de la gente acostumbrarse "a esas situaciones de profundo dolor hace que perdamos la capacidad de asombrarnos, de llorar", naturalizando "así la exclusión y el descarte", advirtió el Obispo Auxiliar.