Marge Fenelon, periodista católica y autora de varios libros sobre devoción mariana y vida familiar, explicó por qué invocar a Nuestra Señora de las Mercedes puede ayudarte cuando "el pecado te hace prisionero del maligno".
En un artículo publicado en National Catholic Register, Fenelon recordó que cada 24 de septiembre la Iglesia Católica celebra la fiesta de la Virgen de la Merced, cuyo nombre se originó hace 803 años, cuando la Madre de Dios se apareció en visiones por separado a San Pedro Nolasco, San Raimundo de Peñafort y Santiago, rey de Aragón.
En ese tiempo, los sarracenos y moros ocuparon gran parte de España y pusieron en cautiverio a la comunidad. Por eso, la Virgen de la Merced les pidió que fundaran una orden religiosa dedicada a liberar a los cristianos cautivos.
Fue así que el rey James estableció la orden real, militar y religiosa de Nuestra Señora de las Mercedes, también conocida como la Orden Mercedaria. La mayoría de sus miembros eran caballeros que custodiaban las costas y liberaban a los prisioneros; y los sacerdotes de la orden rezaban, en especial el oficio divino, por la misión de los mercedarios.
La misión de los mercedarios y sus miembros se hicieron conocidos en el mundo y eran considerados "héroes", pues además de recolectar limosnas para los rescates, solían entregarse en cautiverio a cambio de la liberación de los prisioneros cristianos. En el siglo XVII, el Papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Orden Mercedaria a la Iglesia Universal.
Si bien aún existe persecución de los cristianos en el mundo actualmente, también existen otras maneras en la que somos prisioneros y "necesitamos ser rescatados".