El Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), Cardenal Mario Aurelio Poli, alentó a los participantes de la I Asamblea sinodal arquidiocesana a renovar la misión de la Iglesia local con la ayuda del Espíritu Santo.
En su homilía por el inicio del tramo final de la I Asamblea sinodal de Buenos Aires, en la Misa celebrada el 17 de septiembre, el Cardenal dijo que "la Eucaristía ha sido nuestro punto de partida y no nos imaginamos llegar solo a las periferias existenciales y geográfica de nuestra realidad urbana sin la asistencia y compañía del Santo Espíritu de amor y de consuelo".
"Convocamos al Espíritu Santo para que vuelva a infundir en nuestros corazones la pasión por el anuncio de la Buena Noticia".
Por eso, continuó, "si nos dejamos conducir por el Espíritu de Dios, no faltará en nuestro corazón el amor, la alegría y la paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre e intemperancia, para entregar con gratuidad lo que gratuitamente recibimos, a la vez que reconocemos que Él protege, guía y anima el estilo sinodal en nuestra Iglesia porteña".
Al invocar al Espíritu Santo, expresó, se espera que "su soplo vivificante" "vuelva a renovar" en las personas "la incondicional adhesión al Evangelio de Cristo de la Iglesia porteña".
"Bajo su inspiración", añadió, la Iglesia "refleja toda su belleza, se torna luminosa y viva, abierta a todos los espacios urbanos donde las personas viven y padecen, sensible a sus valores culturales y a su febril laboriosidad".