El movimiento Salvemos a la Familia, conformado por instituciones educativas, fundaciones, movimientos e iglesias de distintas denominaciones, respondió a la promesa del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de no abrir las puertas al aborto y la agenda gay, y le solicitó rechazar el proyecto de reforma constitucional.
En El Salvador la reforma constitucional es impulsada por el vicepresidente, Félix Ulloa, y abriría las puertas al aborto, la eutanasia, la agenda gay y amenazaría la libertad religiosa en el país.
Salvemos a la Familia recuerda en una declaración del 18 de septiembre que durante "muchos años nos hemos dedicado a la magna labor de velar por la protección de los niños, la promoción y protección de la familia como base de la sociedad, a la prevención de la violencia y a la transmisión de los valores a través de la educación", por lo cual solicitan al mandatario rechazar la reforma.
El 17 de septiembre, Bukele escribió en su cuenta de Facebook que la reforma constitucional "es una deuda histórica con el pueblo salvadoreño" para "sentar las bases necesarias para construir el país que nuestra gente merece".
"Sin embargo, la oposición le tiene tanto miedo a una reforma constitucional que desmonte el sistema de privilegios del que siempre han gozado, que se han encargado de esparcir rumores y una campaña sucia de que la intención es 'aprobar el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la eutanasia'. Nada más alejado de la realidad", dijo.
Bukele aseguró luego que "no propondría ninguna de esas cosas, por más presiones internacionales que tenga" y aunque "no participé en la creación de este proyecto de reforma constitucional, ahora que ya está en mis manos, me toca revisarlo, consultarlo y modificarlo, antes de enviarlo a los diputados para su estudio".