La madrugada del martes 1 de septiembre, un conductor que habría estado ebrio derribó la imagen del Papa San Juan Pablo II ubicada frente a la parroquia San Pedro en Tlaquepaque, en el estado mexicano de Jalisco, lo que suscitó la indignación de los fieles católicos.
En una nota publicada el 15 de septiembre por ArquiMedios del Arzobispado de Guadalajara, el vicario parroquial de San Pedro, P. José de Jesús González Rosas, dijo que el conductor "al parecer iba en un jeep" y que "al parecer se trató de un accidente por un posible exceso de alcohol o droga".
El sacerdote explicó asimismo que la información de la que se dispone hasta ahora se debe a los videos aportados por vecinos, dado que el sistema oficial de cámaras de video vigilancia no funcionó en la madrugada en que ocurrieron los hechos.
El P. González descartó luego que se haga una denuncia penal para reparar los daños, a menos que la haga el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), si se considera que la parroquia como inmueble es parte del patrimonio federal.
El sacerdote precisó que además de los daños sufridos por la imagen, el auto también afectó el barandal de metal y las columnas de cantera del ingreso principal a la parroquia.
Los daños en la escultura están el faldón, en la parte derecha de la espalda, en la cintura y en la paloma que se colocó junto a la representación del Papa peregrino.