Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica recordaron que la Iglesia Católica ha sido un elemento fundamental para la construcción de la identidad costarricense, en un mensaje publicado por el bicentenario de la independencia de la nación centroamericana.
"Damos gracias a Dios, pues aún en medio de luces y sombras propias de la realidad humana, dado el contexto de esos momentos, la Iglesia Católica estuvo presente en cada uno de ellos con un papel proactivo, como agente constructor y constitutivo de la nacionalidad costarricense, que, junto a otros actores sociales también importantes, ha contribuido al proceso de configuración de la identidad de Costa Rica", indicaron los obispos en su mensaje dado a conocer este lunes.
"Por el anuncio del Evangelio, la Iglesia a lo largo de toda su historia en Costa Rica, ha estado de parte de los más pobres y vulnerables y ha levantado su voz para defender la dignidad y los valores humanos", agregaron los prelados.
Los obispos resaltaron también que la independencia "marca un antes y un después en nuestra historia patria, pues desde 1821, ya sin el concurso de España, los acontecimientos sociales, políticos, económicos e incluso eclesiásticos tomaron un rumbo propio".
Costa Rica logró su independencia el 15 de septiembre de 1821 y se adhirió a la República Federal de Centroamérica. Sin embargo, esta se disolvió de facto entre 1838 y 1839 y cada provincia declaró su independencia. En ese contexto Costa Rica se convirtió en República en 1848.
Los obispos recordaron que "Costa Rica selló un acuerdo de paz en 1948, ratificando su vocación pacifista, al abolir el ejército, garantizar la pureza electoral e impulsando un nuevo Estado impulsor de la inclusión social".