VATICANO,
El Papa Francisco clausuró este domingo 12 de septiembre el Congreso Eucarístico Internacional con una Misa multitudinaria que celebró en la Plaza de los Héroes de Budapest, Hungría.
En su homilía, pronunciada ante al menos 100.000 fieles que asistieron a la celebración, el Papa recordó que el camino cristiano no es una búsqueda del éxito, es "ir adelante por la vida con su misma confianza, la de ser hijos amados de Dios".
El Santo Padre reflexionó sobre la pregunta que Jesús planteó a sus discípulos, y que figura en el fragmento del Evangelio del día: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?".
"Esta pregunta pone en dificultad a los discípulos y marca un cambio de rumbo en su camino en pos del Maestro", explicó el Pontífice. "Ellos conocían bien a Jesús, ya no eran principiantes. Tenían familiaridad con Él, habían sido testigos de muchos de sus milagros, se maravillaban de su enseñanza, lo seguían adonde quiera que fuese".
Y, sin embargo, "aún no pensaban como Él. Faltaba el paso decisivo, ese que va de la admiración por Jesús a la imitación de Jesús".
Faltaba "la renovación del discipulado". Esa renovación "tuvo lugar a través de tres pasos, que realizaron los discípulos y que podemos realizar también nosotros: el anuncio de Jesús, el discernimiento con Jesús y el camino en pos de Jesús".