El Obispo de Tilarán-Liberia y presidente de la Comisión de Pastoral Familiar, Mons. Manuel Eugenio Salazar, recordó que la Iglesia, la familia y el Estado deben proteger con prioridad a los niños, que "son don y signo de la presencia de Dios en nuestro mundo" y modelo para entrar al Cielo.
En un comunicado compartido por Ecocatólico, periódico de la Iglesia Católica en Costa Rica, el Prelado se refirió al Día Nacional del Niño que desde 1946 se celebra cada 9 de septiembre.
Mons. Salazar recordó que el Papa Francisco dijo que "los niños son en sí mismos una riqueza para la humanidad y también para la Iglesia, porque nos llaman constantemente a la condición necesaria para entrar en el Reino de Dios: aquella de no considerarnos autosuficientes sino necesitados de ayuda, de amor, de don…".
En efecto, "los niños son don y signo de la presencia de Dios en nuestro mundo por su capacidad de aceptar con sencillez el mensaje evangélico. Jesús los escogió con especial ternura, y presentó su capacidad de acoger el Evangelio como modelo para entrar en el Reino de Dios", subrayó.
Esta realidad se observa en las "familias, centros educativos y de cuidado, y en muchos lugares a lo largo y ancho del territorio nacional", donde "la figura exaltada de la niñez motiva hasta los más adultos a recordar uno de los sentidos más hermosos y plenos de la vida: la verdadera felicidad", agregó.
Sin embargo, lamentó que pese a ello, aún hoy muchos niños sufran a causa de la violencia en el mundo; y urgió a reafirmar el compromiso común de "garantizar y respetar los derechos de la niñez".