Las autoridades de Eslovaquia están flexibilizando las medidas de prevención de contagios de COVID-19, para permitir que más católicos vean al Papa Francisco durante su próximo viaje al país europeo.
Del 12 al 15 de septiembre, el Papa Francisco visitará cuatro ciudades de Eslovaquia, luego de celebrar la Misa de clausura del Congreso Eucarístico Internacional en Budapest, en la vecina Hungría.
Si bien el 20 de julio el ministro de Salud de Eslovaquia, Vladimir Lengvarsky, anunció que solo las personas completamente vacunadas podrán participar en los eventos programados para la visita apostólica del Papa Francisco al país; recientemente, las autoridades informaron que se podrá asistir al evento sin este requisito, pero sí, bajo ciertas condiciones.
El 4 de septiembre, la Conferencia Episcopal de Eslovaquia informó en su sitio web que el acceso a los eventos papales ya no se limitará a los que estén completamente vacunados, sino que también estará abierto a todos los que presenten un resultado negativo a la prueba del COVID-19 que sea reciente, o una prueba de recuperación de la enfermedad registrada en los últimos 180 días.
Tras el primer anuncio de las autoridades de Salud, establecida bajo la premisa de que el viaje papal contribuiría a una tercera ola del COVID-19, los obispos locales se resignaron a restringir el ingreso a solo los que estaban totalmente vacunados.
Al respecto, el mes pasado, el P. Martin Kramara, portavoz de la Conferencia Episcopal Eslovaca, indicó que el requisito estaba causando un dolor de cabeza a los organizadores del viaje en las cuatro ciudades. Explicó que los obispos habían aceptado la condición del gobierno, porque la alternativa era limitar los eventos papales a solo mil personas.