REDACCION CENTRAL,
El Cardenal Angelo Bagnasco, Presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), dijo en la Misa inaugural del 52° Congreso Eucarístico Internacional en Budapest (Hungría), que la "Iglesia no puede callar" y que debe seguir proclamando a Cristo resucitado.
"No temas: Dios no está muerto, la Eucaristía va más allá de toda soledad, de toda distancia, de toda indiferencia. La Iglesia no puede callar, no puede dejarse reducir al silencio: debe dar al rostro de cada hombre el esplendor de Cristo resucitado", dijo el Purpurado antes miles de asistentes reunidos el domingo 5 de septiembre en la Plaza de los Héroes.
La celebración, pospuesta un año debido a la propagación de la pandemia de coronavirus, contó con un coro de 1.000 personas y con estudiantes de las escuelas católicas de Hungría, algunos de los cuales recibieron la Primera Comunión.
"Nuestra voz es débil, pero se hace eco de la de los siglos y está marcada por la sangre de los mártires. ¡Nuestro gozo es el más grande, es Jesús! La voz de los creyentes le dice al hombre moderno: no estás solo en un universo hostil, no estás solo frente al maravilloso misterio de la vida, no estás solo con tu sed de libertad y eternidad. Estés donde estés, no eres invisible, Dios te mira con amor; no eres huérfano, Dios es tu Padre; vales la sangre de Jesús, Redentor del mundo y Pan de vida eterna", dijo el también arzobispo emérito de Génova.
Al dirigirse a los jóvenes, el Cardenal Bagnasco recordó que "Dios no es un competidor de la libertad, y la fe no es una serie de prohibiciones, sino un gran sí a la alegría, incluso cuando es exigente porque el amor es un asunto serio".