Obispo alemán propone texto alternativo al “Camino Sinodal”

La Conferencia Episcopal Alemana inicialmente informó que este proceso terminaría con una serie de votos "vinculantes" lo que generó preocupaciones en el Vaticano ya que estas resoluciones podrían desafiar el Magisterio de la Iglesia.

Obispos y teólogos expresaron su preocupación por este proceso, que se prevé que termine en febrero de 2022. Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, Mons. Georg Bätzing, siempre lo ha defendido enérgicamente.

Este nuevo sitio web surge mientras los participantes se preparan para asistir a una sesión plenaria del Camino Sinodal en la ciudad de Frankfurt, en el suroeste de Alemania, que tendrá lugar del 30 de septiembre al 30 de octubre.

Este evento será la segunda reunión de la Asamblea Sinodal, que es el órgano supremo de toma de decisiones del Camino Sinodal.

Esta Asamblea Sinodal está formada por los obispos alemanes, 69 miembros del poderoso Comité Central laico de los católicos alemanes (Zdk) y representantes de otras partes de la Iglesia en Alemania.

Mons. Voderholzer, Obispo de Ratisbona, que también es profesor de Teología Dogmática, escribió: "En esta web encontrará, entre otras cosas, textos alternativos, comentarios y declaraciones del Vaticano sobre los temas y foros del Camino Sinodal, sobre los que presentamos nuestro punto de vista".

"Nos basamos en argumentos y en la 'sana doctrina'. Presentamos los argumentos lo mejor que pudimos y se incorporaron al proceso del Camino Sinodal, pero debido a la mayoría que prevalece allí no se tuvieron en cuenta hasta ahora".

La web incluye un documento de 36 páginas llamado "Autoridad y responsabilidad", que ofrece una alternativa al texto respaldado por los miembros del Foro I del Camino Sinodal, dedicado a la forma en que se ejerce el poder en la Iglesia.

Este documento es el primero de una serie que también abordará los temas de los otros tres foros sinodales.

Uno de los autores fue el P. Wolfgang Picken, decano de la ciudad de Bonn; así como Marianne Schlosser, profesora de Teología en Viena (Austria), la periodista Alina Oehler y el Obispo auxiliar de Augsburgo, Mons. Florian Wörner.

Los autores expresaron su preocupación por la dirección del Camino Sinodal.

"En el debate actual sobre la renovación de la Iglesia, cuya necesidad se ha vuelto obvia a través de la crisis de abusos, a menudo se presentan posiciones cuyos contenidos no tienen una conexión segura con la reevaluación o prevención del abuso de poder dentro de la Iglesia", escribieron.

"Por lo tanto, los llamados a la introducción de la ordenación de mujeres o el deseo de una adaptación integral de las estructuras de la Iglesia a los estándares de las democracias modernas (especialmente en lo que respecta a la separación de poderes), así como las dudas sobre la autoridad espiritual del ministerio ordenado, la petición de su constante desacralización o una reorganización de gran alcance de la moral sexual de la Iglesia son componentes de una agenda de reforma cuyos orígenes se encuentran mucho antes de la crisis de abuso y solo se han asociado secundariamente con ella".

Los autores también aseguraron que "tal combinación de intereses no responde a la seria preocupación con la que se inició el Camino Sinodal y trae consigo el peligro de nuevas divisiones dentro de la Iglesia alemana, así como en su relación con el Vaticano y la Iglesia universal...".

"Si se tiene la esperanza de que la mayoría de votos de una asamblea sinodal alemana pueda conducir a cambios en la doctrina oficial de la Iglesia y el derecho canónico universal o al menos legitimar un Sonderweg (camino especial) alemán en cuestiones de la doctrina de la fe y la moral, el resultado final amenaza con ser una potenciación de la frustración que agota la energía que ya se ha asociado durante décadas con la lucha por reformas radicales en la Iglesia Católica".

"El Camino Sinodal alemán haría bien en evitar tales decepciones estableciendo las prioridades correctas de antemano. Sólo entonces será posible encajar de manera fructífera con el proceso sinodal para toda la Iglesia, que el Papa Francisco inició en la primavera de 2021".

El documento propone 14 "tesis" sobre "un nuevo enfoque del poder y el abuso de poder en la Iglesia".

Mons. Voderholzer, que fue designado Obispo de Ratisbona en el año 2012, ha sido una de las voces más críticas con el Camino Sinodal. Junto con el Cardenal Rainer Woelki, Arzobispo de Colonia (Alemania), redactó estatutos alternativos para guiar el proceso. La propuesta fue rechazada por el consejo permanente de los obispos alemanes en agosto de 2019.

Un mes después, el Obispo de Ratisbona votó en contra de los estatutos adoptados por los obispos alemanes por un margen de 51-12.

"Tras un debate de muchas horas, se lograron algunas mejoras", dijo. "Pero he dejado claro en varias ocasiones que la orientación temática de los foros parece pasar por la realidad de la crisis de fe en nuestro país", afirmó.

En febrero de 2020, Mons. Volderholzer aseguró que detectó un "despotismo autoritario" en los trámites del Camino Sinodal y en septiembre del mismo año criticó duramente un texto elaborado por el foro sobre el papel de la mujer.

Por su parte, el Papa Francisco abordó las preocupaciones sobre la trayectoria del Camino Sinodal en una entrevista con la radio española COPE emitida el pasado 1 de septiembre.

Cuando se le preguntó si esta iniciativa le había causado "noches de insomnio", el Papa recordó que escribió una extensa carta a los obispos alemanes en la que expresaba "todo lo que siento sobre el sínodo alemán".

Respondiendo al comentario del entrevistador de que la Iglesia se había enfrentado a desafíos similares en el pasado, dijo: "Sí, pero yo tampoco sería demasiado trágico. No hay mala voluntad en muchos obispos con los que hablé".

"Es un deseo pastoral, pero que quizás no tiene en cuenta algunas cosas que explico en la carta que hay que tener en cuenta", aseguró el Papa Francisco durante dicha entrevista.

En junio de 2019, el Papa Francisco envió una carta de 28 páginas a los católicos alemanes instándolos a centrarse en la evangelización frente a una "creciente erosión y deterioro de la fe".

"Cada vez que una comunidad eclesial ha tratado de salir sola de sus problemas, apoyándose únicamente en sus propias fuerzas, métodos e inteligencia, ha terminado por multiplicar y nutrir los males que quería superar", escribió el Papa entonces. 

Traducido y adaptado por Blanca Ruiz. Publicado originamente en CNA.