La diócesis de Jeonju (Corea del Sur) anunció que se identificaron con pruebas de ADN las reliquias de tres de los mártires católicos más antiguos de Corea.
Se trata de las reliquias el Bato Paul Yun Ji-chung y de dos de sus compañeros mártires fueron confirmadas por la Iglesia católica después de una investigación arqueológica y un análisis de ADN que duró meses.
Los mártires identificados como Paul Yun Ji-chun, James Kwon Sang-yeon, y Francis Yun Ji-heon fueron de los primeros católicos torturados y ejecutados durante la dinastía Choson, que estuvo 500 años en el poder.
Sus restos se encontraron en las afueras de Jeojun (Corea del Sur) cuando se realizaron las renovaciones de una zona católica en el condado de Wanju, según una carta del Obispo John Kim Son-tae.
"Este descubrimiento es verdaderamente un evento notable y monumental. esto se debe a que nuestra Iglesia, que ha crecido sobre la base de la sangre de los mártires, finalmente ha encontrado los restos de quienes ocupan el primer lugar en nuestra historia de martirio", aseguró el Obispo.
Los beatos Paul Yun Ji-chung y James Kwon Sang-yeon eran católicos de origen noble, fueron decapitados en 1791 por violar los rituales confucianos.