El Gobierno chino recompensará con hasta 150 dólares, a quienes denuncien delitos de "actividades religiosas ilegales". Una medida que tiene como fin controlar a las comunidades cristianas, aunque aseguran que pretende controlar "potenciales focos de COVID19".
Asia News informó que desde inicios del mes de agosto el distrito de Meilisi Daur de la ciudad de Qiqihar, en la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China se encuentra vigente el "Sistema de recompensas por denunciar delitos de actividades religiosas ilegales".
El China Christian Daily informó que quienes denuncien pueden percibir una compensación de hasta mil yuanes (unos 150 dólares).
Este sistema ya se utiliza en otras partes de China, como en el distrito de Boshan, en Shandong, y afecta sobre todo a lo que se denomina iglesias domésticas.
Las denuncias se pueden hacer por teléfono, correo electrónico o carta escrita y pueden ser anónimas.
Según el ranking publicado en el año 2021 elaborado por Open Doors, China ocupa el puesto 17 entre los países del mundo donde los cristianos sufren mayores persecuciones.