Sor Mira Recoleta es una religiosa agustina recoleta. Vive en la comunidad que esta orden tiene en Lekeitio, Bilbao (España) desde el año 2003, donde llegó procedente de Filipinas.
Esta religiosa dedica su tiempo a la oración y a la contemplación, pero también a los pinceles ya que tiene un gran don para la pintura.
Comenzó a pintar con 6 años y ha sido autodidacta. Su hermana mayor le enseñó a perfeccionar algunos gestos de las facciones.
"Cuando tenía lápices y papeles solía dibujar. Nadie me enseñaba, me salía solo", recuerda. Según explica era algo genético, porque su abuela también fue pintora. Sin embargo sus padres no le animaron a seguir porque le decían que "del arte no se puede vivir".
Cuando estudiaba Comercio en la universidad en Filipinas inció su discernimiento para la vida religiosa, que puso por delante de la vocación artística.
"En la universidad pensaba que si no conseguía ser monja, quería seguir pintando cuadros. Pero Dios me llamó y me considero escogida. Lo primero es mi vocación", afirmó.