El Congreso estatal de Yucatán, en México, abrió las puertas al mal llamado "matrimonio" gay este 25 de agosto, al tiempo que prohibió y penalizó las "terapias de conversión" para personas homosexuales.
Con 20 votos a favor y solo cinco en contra, los diputados del Congreso de Yucatán aprobaron modificar los párrafos segundo y tercero del artículo 94 de la Constitución estatal, en los que se reconocía tanto al matrimonio como al concubinato como uniones de un hombre y una mujer.
En el nuevo texto aprobado se reemplazaron las palabras "un hombre y una mujer" por "dos personas".
Además, con reformas aprobadas al Código Penal de Yucatán el mismo 25 de agosto, quienes realicen terapias de conversión a personas con atracción al mismo sexo enfrentarán penas de prisión de hasta tres años. La sanción se podría duplicar si quienes alientan la terapia son los padres, psiquiatras, psicólogos, educadores e incluso ministros de culto, como sacerdotes católicos.
En declaraciones para ACI Prensa, Marcial Padilla, director de la plataforma pro familia ConParticipación, lamentó que "en el Congreso de Yucatán en México, de un solo golpe hicieron dos daños a la familia".
"En primer lugar cambiaron la definición del matrimonio, equiparando las uniones homosexuales con el matrimonio hombre-mujer", señaló.