Se estima que en Afganistán hay de 8 a 12 mil cristianos de todas las confesiones, sin embargo la Iglesia allí es totalmente clandestina. Todos los cristianos son conversos, porque en el país la apostasía está penada con la cárcel e incluso con la muerte. Por eso desde la organización International Christian Concern insisten en que los cristianos no pueden ser considerados "una minoría religiosa más", ya que afrontan un grave peligro de muerte sin son descubiertos.
William Stark es el responsable para la región del Sur de Asia de la organización International Christian Concern (ICC) que colabora con los cristianos clandestinos en Afganistán. Según explicó a ACI Prensa, en Afganistán hay de 8 a 10 mil cristianos de todas las denominaciones que ya vivían su fe en total clandestinidad antes de la llegada del régimen talibán.
Los cristianos afganos ya vivían una situación de total persecución de su fe antes de la llegada del régimen talibán, practicaban la fe de manera totalmente clandestina, "muchos de ellos se convirtieron al cristianismo después de escuchar programas de radio o televisión".
"Viven su fe en pequeñísimos grupos, de no más de 5 personas. Son muy cuidadosos con quien comparten su fe. Generalmente sólo lo sabe su círculo más estrecho de total confianza, es algo totalmente privado, porque viven en un mundo peligroso donde si su conversión se descubre enfrentarían la persecución, la cárcel y de manera bastante segura, también la muerte. Incluso hay creyentes en la misma ciudad que no se conocen, no saben que hay otros fieles. Pero corren un gran riesgo si se relacionan", aseguró el responsable de ICC a ACI Prensa.
Antes de la llegada de los talibanes los cristianos "ya afrontaban persecución" por parte de sus familiares si descubrían que se habían convertido. Esto significaba que tu misma familia podría denunciarte ya que la conversión era "un deshonor para la familia".
"Por lo tanto, se debían tomar acciones en contra de esa persona para evitar la vergüenza en la familia, como expulsarle y rechazarle, incluso realizar lo que se llama "un crimen de honor", es decir, la muerte de esa persona para restaurar el honor familiar", apuntó.