Seis de los siete obispos de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP) publicaron una instrucción pastoral y un decreto donde afirman que, ante la situación actual causada por la pandemia del COVID-19, es un deber vacunarse y no hay lugar para la objeción de conciencia.
Los textos llevan la firma de Mons. Rubén Antonio González Medina, Obispo de Ponce y presidente de la CEP; Mons. Roberto Octavio González Nieves, Arzobispo de San Juan; Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo de Caguas y vicepresidente de la CEP; Mons. Alberto Figueroa Morales; Obispo Auxiliar de San Juan; Mons. Ángel Luis Ríos Matos, Obispo de Mayagüez; y Mons. Luis Miranda Rivera, Obispo de Fajardo-Humacao.
Los documentos de la CEP no llevan la firma de Mons. Daniel Fernández Torres, Obispo de Arecibo.
En el texto más extenso, la "Instrucción Pastoral sobre la importancia moral de vacunarse contra el Covid-19", publicada el 24 de agosto, los obispos se refieren a la nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) en el Vaticano publicada en diciembre de 2020.
Los prelados afirman en su texto que "la CDF dice que la vacunación 'no es, por regla general, una obligación moral y que, por lo tanto, la vacunación debe ser voluntaria'. Es importante subrayar que se dice que no es obligatoria moralmente 'por regla general'".
"Desde nuestro punto de vista, la situación en el caso del Covid-19 no es fácil aplicar lo de la 'regla general': estamos ante una situación de una grave emergencia salubrista, lo que hace que el deber ético de contribuir al bien común tenga mucha más fuerza moral. Por lo tanto, creemos que hay un deber de vacunarse y que no vemos cómo pueda invocarse una objeción de conciencia desde la moral católica", resaltan los obispos.